Preparación para la Primera Comunión

Inicio Curso 2023 -2024

El comienzo de las catequesis de primera comunión serán

1º de Primera Comunión: Lunes 02 de octubre de 2023, a las 17:30 horas.
2º de Primera Comunión: Martes 03 de octubre de 2023, a las 17:30 horas.


Tendremos reuniones de Padres de 1er. Curso: Jueves, 19 de octubre a las 20:00 horas (sin niños).

Tendremos reuniones de Padres de 2º Curso: Jueves, 28 de septiembre a las 20:00 horas (sin niños).


También pueden descargar el impreso de inscripción en el enlace de abajo. Cumplimentar, firmar, escanear y enviar a ppablomurcia@diocesisdecartagena.org, o entregar presencialmente en la parroquia, antes del 26 de septiembre de 2023.

Del Directorio Diocesano para la Pastoral de los Sacramentos: La primera comunión de los niños

21. La catequesis para la Primera Comunión debe estar insertada dentro de un proceso de catequesis infantil continuada, de modo que los niños hayan tenido una educación en la fe apropiada a su edad y sientan un deseo personal y gozoso de recibirla. La catequesis de preparación a la Primera Comunión es una etapa importante de esa educación en la fe. No debe ser un momento aislado en la vida del cristiano, sino que ha de insertarse en el proceso continuo de maduración de la fe.

22. En este proceso de educación en la fe la familia tiene una importancia crucial. Ante las diversas situaciones familiares que se presentan en nuestra sociedad y que ponen en dificultad este proceso, fomenten los pastores una pastoral familiar que suponga, entre otras cosas, una efectiva colaboración con los padres en su tarea de educar en la fe a sus hijos.

23. Los padres, como primeros responsables de la educación en la fe de sus hijos, deben intervenir lo más activamente posible, informándose detalladamente de la colaboración que se espera de ellos, asistiendo a las reuniones programadas, siendo ellos mismos catequistas, etc. (cf. CIC 914). Así, la catequesis debe tener también, junto con la dimensión parroquial, una dimensión familiar, como ocasión oportuna para sensibilizar a los padres en la tarea de la educación cristiana de sus hijos. Esto se puede hacer, por ejemplo, organizando reuniones periódicas de formación con los padres a lo largo de los años de la catequesis de sus hijos, o en el primer momento de despertar religioso, o por medio de la oración en familia, de tareas que se les encomiendan, etc.

24. Los niños que comienzan la catequesis preparatoria a la Primera Comunión han de aportar un certificado de Bautismo, o al menos una nota simple del mismo.

25. El material catequético básico para ser utilizado en esta etapa es el catecismo Jesús es el Señor, de la CEE, que se puede complementar con los distintos materiales que lo adaptan al proceso catequético.

26. El tiempo de la catequesis de preparación se ha de extender a lo largo de dos cursos escolares (cf. CIC 777, § 2).

27. La Primera Comunión, por tanto, no se recibirá antes de los nueve años o mientras se cursa 3º de Primaria.

28. Para hacer la Primera Comunión dos hermanos juntos, el mayor debe esperar al menor hasta que éste complete su formación (cf. CIC 913, § 1).

29. Durante los años de la catequesis de preparación pueden hacerse ritos de inspiración catecumenal adaptados a los niños: rito de entrada, entrega de la cruz, recuerdo del bautismo, etc. Si entre los niños que se preparan hay alguno que no ha sido bautizado y que por tanto ha de seguir las indicaciones del RICA para estos casos, hágase siempre con la participación de los otros niños.

30. La preparación y la celebración de la Primera Comunión se hará de ordinario en la Parroquia. En el caso que la preparación o la celebración se haga en un Colegio Católico se buscarán cauces de participación de los niños en sus Parroquias.

31. No se admita a un niño a hacer la Primera Comunión en una parroquia distinta a aquella en la que ha hecho la catequesis sin una autorización del párroco y un certificado de haber completado la formación requerida y de reunir las condiciones necesarias para la recepción.

32. En la preparación inmediata a la recepción de la Primera Comunión, téngase muy en cuenta y cuídese con esmero la celebración por primera vez del Sacramento de la Penitencia, al que también ha preparado la catequesis sobre todo el último año. Sería deseable que los padres y padrinos de los niños recibieran el Sacramento de la Penitencia al mismo tiempo que los niños.

33. La celebración debe estar preparada cuidadosamente, de forma que todo esté en función de la recepción del sacramento, para ayudar a los niños a que, en la medida de sus capacidades, comprendan y vivan el Misterio de la Eucaristía, evitando todo lo que pueda distraer o dificultar la participación.

34. En la celebración de las Primeras Comuniones, como de los demás sacramentos, siguen vigentes las Normas sobre la presencia de fotógrafos y operadores de vídeo en las celebraciones litúrgicas (BOO, febrero 1990, pp. 50-51; en Secretaría General del Obispado se puede consultar la actualización que se hizo en 2007 de estas normas). Procúrese en la medida de lo posible que la presencia de estos profesionales no impida la participación activa y fructuosa de los niños ni la del resto de la asamblea. Por las mismas razones, evítense las iniciativas particulares de los familiares en el tema de las fotografías.

35. El sacerdote ha de tener en cuenta, tanto para la Primera Comunión como para la primera recepción del Sacramento de la Penitencia, las posibles circunstancias extraordinarias que se pueden plantear, tanto a nivel físico –por ejemplo, la enfermedad celíaca, a la que anteriormente se ha hecho referencia-, como a nivel psíquico -niños discapacitados psíquicos-, cuidando en lo posible el discernimiento, la acogida pastoral y la caridad cristiana, que debe prevalecer en situaciones que para los padres no son fáciles.

36. Exhórtese a los padres a la sencillez, sobriedad y alegría en la celebración posterior a la Primera Comunión, de modo que lo accesorio no ocupe el primer lugar de la atención del niño.

37. Dado que la preparación para la Primera Comunión se sitúa dentro de un proceso de catequesis infantil continuada, los niños, después de recibirla han de seguir madurando en su fe mediante la catequesis de postcomunión y la participación en la Eucaristía (cf. CIC 777, § 3, LIC 101-106).